En España, cerca de 2 millones cobran algún tipo de prestación por desempleo, lo que llamamos comúnmente paro o bien algún tipo subsidio / ayuda extraordinaria. Esta cobertura llega desde el SEPE y para cobrar algunas de estas prestaciones el requisito indispensable es estar registrado como desempleado en sus oficinas. Para los que están inscritos cobrando o no prestación repasamos los 8 errores que no debemos cometer si no queremos problemas con nuestra oficina de empleo:
- El primer error grave es olvidarnos de sellar la tarjeta del paro. Un solo día de retraso en el sellado y adiós a un mes de prestación e incluso puede ser peor porque en ciertas ayudas como la RAI perderemos todo lo que nos quede por cobrar
- El error número dos es no informarnos en el lugar correcto. La legislación cambia muy rápido y a la mínima duda lo suyo es acudir a nuestra la oficina de empleo más cercana
- La tercera equivocación es saltarnos los plazos a la hora de solicitar el paro. Lo normal es que tengamos 15 días hábiles para hacerlo y que por cada día que nos retrasemos no descuenta en un día de la prestación
- Cuarto error y por desgracia demasiado frecuente es no darle la vuelta al impreso de solicitud y leer las obligaciones que adquirimos al plantar nuestra firma. Es verdad que casi nadie lee la letra pequeña pero la sanción por incumplir estos deberes estará asegurada. Ya se sabe que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.Uno de los incumplimientos habituales es no informar al SEPE de cualquier cambio en nuestra vida laboral
- El quinto error y de los gordos es no comunicar una salida al extranjero, no comunicar si se ha tenido un nuevo hijo, cambio de domicilio o encontrar un trabajo aunque sólo sea de un día. Todos estos tipos de comunicaciones son obligatorias.
- El error número 6 es no aprovechar los recursos que la oficina de empleo pone a nuestro alcance, por ejemplo realizar cursos gratuitos de formación para mejorar nuestras posibilidades de empleo
- Otro error es cuando nos decidimos a reclamar una sanción y no lo hacemos asesorados profesionalmente. En estos casos es imprescindible la mano de un experto
- Para finalizar, existe el error de no aprovechar las nuevas tecnologías para ahorrar trámites y tiempo en la actualidad. Sellar el paro, pedir cita, o actualizar nuestros datos pueden estar a golpe de un clic y es un error no utilizar internet para los trámites más comunes.
Tipos de paro y sus diferencias
Las cifras del paro registrado en cada momento nos la ofrece el ministerio de trabajo y es el resultado de contar una por una a las personas que están inscritas en las oficinas de empleo el último día del mes.
Todas las personas dadas de alta en el paro están en la misma situación: les resulta imposible trabajar pese a que tienen la voluntad de hacerlo. El desempleo da para muchos estudios, por ejemplo en la teoría económica nos encontramos hasta con seis clases de paro:
- El primero se llama paro encubierto. Este está formado por trabajadores con un trabajo que está muy pero que muy por debajo de su cualificación profesional. Seguro que les suena eso de «¿para eso he estudiado tanto?» son los llamados sub-empleados y existen en un mercado laboral que deja bastante que desear.
- El segundo tipo de paro se llama paro involuntario y afecta a personas que están bien preparadas que buscan empleo pero que no lo encuentran, ni de lo suyo ni de lo que sea.
- El modelo número 3 es el paro cíclico, porque se comporta según los vaivenes de la economía. Si el ciclo es bueno, la producción sube y el paro baja y si el ciclo es malo pues aniquila casi un millón de empleos en 10 años y esto lo sabemos porque nuestra crisis sigue coleando, a las pruebas nos remitimos.
- El cuarto tipo de paro es el paro estructural. Este es el peor de los peores y por desgracia también lo padecen muchos trabajadores. Este paro es un despropósito total ya que las empresas necesitan cubrir puestos de trabajo pero no encuentran trabajadores cualificados para ocuparlos, un desequilibrio total que sólo tiene una solución: formación y reciclaje
- Luego llega el verano con sus vacaciones y sus rebajas, hay contrataciones al por mayor y el turismo y el comercio nos dan un respiro. Pero el problema es que esto es pan para hoy y hambre para mañana, es lo que tiene el paro estacional que en septiembre volvemos a la rutina y los contratos se acaban hay que esperar hasta navidad un nuevo repunte.
- El último tipo de desempleo mire por donde se mire está ahí siempre y no lo captamos , se llama paro friccional y es casi voluntario. ¿Increíble verdad? Aquí nos suena rarísimo, pero existe y es propio de los países con pleno empleo. El trabajador se toma pues un tiempo para buscar un empleo mejor, para estudiar, para cuidar de los hijos, incluso para descansar…